Desde mediados del siglo XX, las economías latinoamericanas sufrieron importantes transformaciones. Entre los años cincuenta y ochenta los conflictos sociales se intensificaron. Las organizaciones de trabajadores y campesinos, aliadas con partidos de izquierda, fomentaron un clima de movilización social y el surgimiento de guerrillas. La Guerra Fría exacerbó estos conflictos con marchas, huelgas y protestas, a menudo reprimidas violentamente. En países como Colombia, Venezuela y Paraguay, surgieron dictaduras que alternaban el poder con los partidos tradicionales o imponían largos regímenes autoritarios.La Revolución cubana, liderada por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, derrocó la dictadura de Batista en 1959, implementando reformas agrarias y nacionalizando propiedades. Esto llevó a un conflicto con Estados Unidos, culminando en la alianza de Cuba con la URSS.A medida que los conflictos sociales se intensificaban, se multiplicaron los golpes de Estado y dictaduras militares en la región, justificadas por la seguridad nacional. Estos regímenes impusieron severas represiones, violaron derechos humanos y adoptaron políticas económicas desarrollistas.En Brasil, el golpe de 1964 instauró una dictadura que promovió el desarrollismo y la represión. En Argentina, sucesivas dictaduras combatieron insurrecciones, llevando a una devastación económica y social.El proceso chileno destacó por la vía democrática del socialismo con Salvador Allende, derrocado en 1973 por un golpe militar que instauró la dictadura de Pinochet, marcada por una dura represión. Pocos países, como Costa Rica, México y Colombia, lograron mantener sistemas democráticos, con la alternancia de conservadores y liberales, enfrentaron diferentes grados de represión y conflictos.