Universalidad: Todos los ingresos y gastos del sector público deben reflejarse en el presupuesto, sin posibilidad de compensaciones entre ellos para ocultar déficits o desviar recursos.Unidad: Existe un único presupuesto que consolida la totalidad de ingresos y gastos, evitando la creación de presupuestos especiales o extraordinarios.Programación: La elaboración del presupuesto se basa en las metas y objetivos establecidos en los planes de desarrollo, asegurando la alineación de los recursos financieros con las prioridades del Estado.Equilibrio y Estabilidad: Se busca el equilibrio entre ingresos y gastos, promoviendo la estabilidad fiscal a mediano plazo y evitando déficits excesivos.Plurianualidad: El presupuesto se elabora con una visión de mediano plazo (4 años), permitiendo una mejor planificación y asignación de recursos en función de las metas fiscales establecidas.Eficiencia: La gestión de los recursos debe ser responsable y eficiente, buscando obtener el máximo beneficio al menor costo posible, sin comprometer la calidad de los bienes o servicios públicos.Eficacia: Asegurar que los recursos se utilicen de manera efectiva para generar resultados concretos y tangibles.Transparencia: El presupuesto debe ser claro, accesible y comprensible para toda la ciudadanía, promoviendo la rendición de cuentas y la participación ciudadana en el control del gasto público.Flexibilidad: El presupuesto no debe ser rígido, sino que debe permitir modificaciones cuando sea necesario, adaptándose a las circunstancias cambiantes y permitiendo una mejor utilización de los recursos para alcanzar los objetivos programados.Especificación: El origen de los ingresos y el destino de los gastos deben estar claramente indicados en el presupuesto, evitando el uso indebido de recursos.